El brote de Coronavirus ha hecho que padres e hijos tengan que adaptarse a muchos cambios, muchos de ellos muy estresantes para todo el mundo, pero todavía más difíciles para los niños con Autismo u otros trastornos del neurodesarrollo que tienen aún más problemas con los cambios.
En la nueva situación de desescalada los niños van a salir más a la calle y los niños con Autismo van a tener mayores dificultades para adaptarse a las mascarillas.
Los niños pueden reaccionar con sentimientos de miedo o retraimiento al ver a otras personas llevarlas, además los niños con Autismo tienen dificultades para reconocer los gestos faciales que expresan emociones, y las mascarillas lo ponen aún más difícil, porque ocultan una parte de la cara de la persona que la lleva puesta.
Todos los niños se fían de las caras. Desde que son bebés, los niños observan las caras de las personas para detectar las señales que les harán sentirse seguros. Cuando las caras están tapadas parcialmente por una mascarilla, los niños no pueden ver la sonrisa amistosa o la mirada conocida que les trasmitiría tranquilidad. Cuando un niño pequeño no puede ver la cara completa de otra persona, le cuesta más sentirse seguro. Es natural que se asuste.
Hoy quiero ofrecerte diferentes alternativas que existen en el mercado y pueden usar los niños para que se adapten más cómodamente a ver y usar mascarillas en caso necesario.
En el mercado existen mascarillas transparentes que permiten ver la boca de la persona, gorros y sombreros protectores o mascarillas que tienen dibujada una boca sonriente.
En la imagen que te muestro abajo puedes ver diferentes tipos de ellas.
- Mascarillas transparentes: Estas mascarillas tienen la parte delantera que cubre la boca hecha de material transparente, esto permitirá a los niños ver las expresiones faciales y las intenciones comunicativas de la persona.
- Mascarilla con sonrisas dibujada: Permite que el niño no sienta miedo o se asuste al no ver la boca.
- Pantallas en gorras y sombreros: Su idea original es proteger la cara del viento y la lluvia, pero en el caso de niños que no toleren las mascarillas puede ser una alternativa interesante.
